Discurso del director

Cuando su reloj de bolsillo dieron las ocho en punto, las puertas del Gran Comedor se cerraron, dejando dentro de la estancia el constante cuchicheo de estudiantes y profesores. Todo el mundo se había calzado sus mejores galas, él mismo había elegido una túnica de color azul marino con ribetes en tonos plateados, nada demasiado ostentoso aunque si elegante. Las vacaciones de Navidad habían pasado más deprisa de lo esperado, y apenas podía creer que ya hubieran llegado al baile de Año Nuevo. Los alumnos estaban sentados en varias filas de bancos que estaban pegados a las paredes, bajo largas cortinas de tonalidades plateadas: a la derecha se encontraban los alumnos de Hogwarts, a la izquierda los de Beauxbatons y al fondo los de Durmstrang. Formaban una variada paleta de colores en un caballete de cristal y hielo, una paleta muy revuelta, ya que estaban a punto de revelar la identidad de los campeones de los tres colegios.

Se acercó con paso seguro hacia el atril con forma de búho y alzó las manos para que los cuchicheos cesaran, cosa que sucedió casi al instante.

- ¡Bienvenidos, bienvenidos! - dijo alzando ligeramente la voz, aunque no hiciese falta - Un año más, nos reunimos para celebrar el baile de Año Nuevo, lo que significa que las vacaciones ya han quedado atrás... quizá ciertas personas deberían recordar esto - comentó con una sonrisa benévola - Pero este año tenemos el placer de acoger a nuestros compañeros extranjeros, no sólo para festejar con ellos e intercambiar cromos de ranas de chocolate, sino para asuntos ligeramente más serios...

Dicho esto, se dirigió hacia el lugar donde descansaba majestuoso el cáliz de fuego, justo delante de los augustos árboles de Navidad.

- En menos de unos momentos conoceremos quiénes tendrán el honor de representar a sus respectivas escuelas, de traerles gloria y honra, y por supuesto llevarse ¡la Copa de los Tres Magos!

Acto seguido, un "
oh"
general llenó la sala, aunque enseguida se vio acallado por las llamaradas azules que comenzaban a salir del cáliz.

- Cuando lea el nombre del campeón, éste tendrá que acudir mañana a primera hora a la antesala que se encuentra tras aquella puerta - dijo señalando la puerta que se encontraba tras la mesa de los profesores - ¡Buena suerte!

Apenas había terminado de hablar, cuando una lengua de fuego azul expulsó un trozo de pergamino que flotó con suavidad hasta sus manos.

- El campeón de Durmstrang es el señor Kaiser Hesse Kassel.

Una nube de revuelo alborotó los bancos de Durmstrang, pero enseguida se vieron acallados por el sonido de la segunda lengua de fuego azul que salía del anciano cáliz. El pergamino se elevó unos metros en el aire y cayó en picado hasta sus manos.

- La campeona de la Academia Beauxbatons es la señorita Amelie Duchannes.

Múltiples aplausos, gritos y vítores salieron de las filas francesas, con algunos abrazos y felicitaciones en francés incluidas. Justo cuando terminaba la segunda oleada de aplausos, la última y tercera lengua de fuego expulsaba un trozo arrugado de papel. Cuando llegó hasta sus manos, lo desplegó y leyó el nombre con sus ojos azul pálido.

-Y la campeona de Hogwarts es la señorita Ariadna Lichtenwald.

La mayoría de alumnos de su propio colegio se levantó de sus bancos y vitorearon y gritaron en sus asientos, como si se sintieran realmente aliviados con la elección.

- ¡Muy bien, felicidades a los campeones! Mañana, los directores tanto como los miembros del jurado os esperaremos en la antecámara. ¡Pero hoy tenemos un baile! Así que os deseamos que lo paséis deliciosamente bien. Se les recuerda a los alumnos de primero, segundo, tercero y cuarto, que a medianoche deberán replegarse hacia sus respectivos dormitorios.

Alzó los brazos, dio una palmada al aire y cientos de copos de pequeños cristales comenzaron a caer desde el techo.

- ¡Que comience el baile!